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2005/11/10

Carron @ LaRazon de España

Religión (image placeholder)
Julián Carrón: «Ningún poder del mundo podrá derrotar jamás al cristianismo»

«Quizá los ataques que recibe la Iglesia se deban al nerviosismo de algunos que le daban por muerto»
Álvaro de Juana/Álex Rosal
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Julián Carrón es el responsable del movimiento Comunión y Liberación
Madrid- Julián Carrón es el sucesor de Luigi Giusanni, fundador del movimiento Comunión y Liberación; una de las realidades eclesiales con mayor presencia en la Iglesia católica.

  • ¿Cuál cree que fue la mayor aportación que realizó monseñor Giusanni a la vida de la Iglesia?

  • Su mayor aportación fue la claridad con la que indicó la naturaleza propia del cristianismo ya en un momento en que nada hacía presagiar lo que ahora tenemos delante. Cuando empezó en un instituto de bachillerato en Milán en 1954 se dio cuenta de que ya el cristianismo no conseguía generar una mentalidad nueva en muchos cristianos. Aunque seguían participando en la vida de la Iglesia, su forma de pensar estaba ya influenciada por la mentalidad dominante. Hoy lo comprendemos mejor porque nos resulta difícil identificar un cristiano por su mentalidad. Don Giussani propuso el cristianismo como un acontecimiento que tiene lugar en un encuentro que es el inicio de un camino en el que uno comprueba la novedad de vida que el cristianismo introduce. Su genialidad ha consistido en haber propuesto un método educativo que ha generado un pueblo.


  • ¿Le da vértigo ser el sucesor del fundador de Comunión y Liberación y estar al frente de un movimiento tan vigoroso y pujante?

  • El movimiento lo genera continuamente Cristo por el don de su Espíritu. Es Él quien fascina la vida de los que le encuentran. A mí lo único que me preocupa es estar sin reservas ante el acontecimiento de Cristo y tener la sencillez de corazón de decir «sí». Si con este «sí» el Señor quiere hacer algo, bienvenido sea. Yo no pretendo emular la genialidad única de don Giussani; me conformo con ser su hijo, tratando de vivir el cristianismo como lo he visto en él.


  • Para todos– ¿Cómo se plantea desde C y L la «Nueva Evangelización» propuesta por Juan Pablo II ante esta sociedad cada vez más secularizada?

  • Concebimos la nueva evangelización como el testimonio de la belleza del cristianismo que hemos encontrado. Todos nuestros gestos, desde los pequeños y cotidianos a los grandes como el Meeting de Rímini, que reúne cerca de un millón de personas, no tienen otro objetivo que dar testimonio de Cristo, de la vida nueva que nace de la relación con Él. El cristianismo es fácil, es para todos, basta ceder al atractivo de su belleza cuando uno lo encuentra. Por eso, no tienen nada que hacer quienes lo combaten. Se puede derrotar un cristianismo reducido a ética, pero no un cristianismo que sucede como un acontecimiento que apasiona por su belleza. Ningún poder de este mundo podrá evitar que el cristianismo resurja siempre por su belleza totalmente correspondiente al deseo del corazón humano.


  • Benedicto XVI comentó que el objetivo de la Jornada Mundial de la Juventud era «mostrar a los jóvenes lo bonito que es ser cristianos, ya que existe la idea difundida de que los cristianos deben observar un inmenso número de mandamientos, prohibiciones, principios, etcétera, y que por lo tanto el cristianismo es, según esta idea, algo que cansa y oprime la vida y que se es más libre sin todos estos lastres». ¿Considera que hay un exceso de moralismo en la predicación de las últimas décadas?

  • Si el mismo Papa sostiene que reducir el cristianismo a un conjunto de preceptos es una idea difundida, algo tendrá que ver el modo con el que es presentado en muchas ocasiones el cristianismo. Benedicto XVI no ha sido el primero. Juan Pablo I lo expresó con mucha agudeza al decir: «Hemos cambiado el asombro del Evangelio por las reglas».


  • ¿Qué elementos debería tener una auténtica transmisión de la fe cristiana?

  • Un encuentro con un hombre que suscita una novedad por la fuerza de sus palabras, por la intensidad de la experiencia que tiene de la vida, por el atractivo que ejerce en quien la encuentra. Esta experiencia de encontrar una persona excepcional fue la que llevó a los que encontraron a Jesús a decir: «Nunca hemos visto una cosa igual». Este encuentro despierta una curiosidad especial, porque uno percibe que en esa persona se cumple la vida que uno desea vivir y no sabe cómo llegar a ella. Uno tiene ante ella el presentimiento de la verdad. El cristianismo se propone al hombre como respuesta gratuita a su exigencia de encontrar una razón para vivir, una respuesta a las exigencias originales de su corazón. Jesús lo resume diciendo que el que le siga recibirá el ciento por uno, es decir, disfrutará de la vida cien veces más, será capaz de una intensidad en las relaciones cien veces mayor, experimentará un gusto del vivir cien veces más grande. En una auténtica experiencia cristiana, todo se multiplica infinitamente.


  • ¿No cree que hay un peligro en la vivencia de nuestro cristianismo de volver a repetir la herejía pelagiana de los primeros siglos al no dejar espacio para la Gracia?

  • Peligros siempre existen en una realidad como el cristianismo que vive en la Historia y es susceptible a los influjos más variados: pelagianismo, espiritualismo, etcétera. Se puede subrayar tanto un aspecto del hecho cristiano más en consonancia con la mentalidad dominante o con la propia sensibilidad, que otros aspectos que quedan en el olvido. A veces sin negarlos explícitamente, tienen tan poco espacio en la vida cristiana que acaban casi por desaparecer en la práctica. La reducción del cristianismo a ética es una tentación hoy bastante frecuente, en su versión moderna de reducción del cristianismo a la coherencia con un conjunto de valores, dictados por la mentalidad dominante.


  • ¿Cuál es la misión de las realidades eclesiales de la Iglesia católica?

  • Su misión es la de dar testimonio en medio de los hombres de esta belleza. Llevarlo allí donde vive la gente: el trabajo, la familia, las relaciones, el tiempo libre. Veo constantemente gente lejana de la experiencia cristiana que ha vuelto a interesarse por el cristianismo cuando lo encuentra encarnado en una realidad viva. No estamos hechos para la nada, sólo esperamos encontrar algo interesante para que nuestro corazón salte de alegría dentro de nosotros. Pese a todos los ataques que sufre, el cristianismo interesa más que nunca. Quizá los ataques que recibe se deban al nerviosismo que genera en algunos que ya daban por muerto el cristianismo.

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